Poesía, Editorial Líneas Grises, 1974, Costa Rica
Mariamalia dibuja y pinta con la metáfora sus primeros pequeños sueños. Culmina este capítulo de la obra con un tríptico hermosísimo en donde se retrata una faceta importante de su personalidad poética: cantarle a la vida. (…) En Ciudad de Cáñamo encontrará frutas, agua, caracolas, mares, caminos, hogar, amor, liturgias y hasta redes.
Fragmentos del prólogo de Carlos de la Ossa
Acuarela I
Respiro
y el cielo
va entrando
a pedacitos
por la nariz
¡Debo estar toda pintada
de azul por dentro!
Óleos
I
En tu barrio
siempre es otoño.
De los árboles
cuelgan todos los recuerdos
deshilachados
II
Otoño de flores
y no de hojas
en las calles de mi barrio
III
El recuerdo
hoy
es posibilidad
en la esperanza de un eucalipto
recién nacido.
Silencio III
Me gustan las piedras
jardín seco y gastado
de tanto jugar con la lluvia
Sin luz
conocen
el secreto
de las estrellas.
Alternativa
Mi primera alternativa
para no perderte
fue la entrega.
Mi última alternativa
para no perderte
fue dejarte ir.
Caracolas
Hay palabras
que se anudan tensas a los labios
como eco de mar
en sordo caracol olvidado
antes de nacer.
Hay caricias
que se quedan pegadas a los dedos
como resina vieja
de un árbol que comenzó a perder sus hojas
antes de nacer.
Hay ofrendas
que se desmoronan marchitas e ingrávidas
y mueren en capullo
escondidas en insospechado limbo
antes de nacer.
Hay deseos
que golpean encerrados en el vidrio de los ojos
y luego caen
como plumas hojas pétalos ecos sin palabras
antes de nacer.
Y siempre
en los cuatro puntos cardinales de mi cuerpo
calor-manos-fruta-corazón-esperando siempre
antes de nacer.
Ancestral
No me enseñes el reverso de tu brazo
porque es blanco
Enséñame tu cara de mar de noche
y tus dientes alegres de media luna
Déjame compartir el ritmo
de palmeras de tus pies descalzos
y aprender como tu a masticar la música
con todo el cuerpo
Regálame tus abalorios y tus labios
cambiemos de traje, de historia
y de amuletos
por un tiempo